“¡Debo ir a la universidad!”, insiste Pierre William, de ocho años.
Tal planificación puede que parezca inusual en un alumno de segundo grado. Pero Pierre tiene suerte. Está acudiendo a una escuela privada del Distrito de Columbia utilizando fondos procedentes del Programa de Oportunidad Escolar del D.C. (DCOSP). Eso ha abierto sus ojos a las posibilidades que sólo una educación universitaria puede proporcionarle.
¿Le gustaría recibir un aumento? Por desgracia, en el caso de algunos trabajadores, el clientelismo impide que reciban aumentos en sus pagas. A principios de 2011, un supermercado Giant Eagle de Edinboro, Pensilvania, quiso dar aumentos y unos mayores salarios iniciales a 25 empleados. Pero un sindicato se lo impidió.
A la hora de explicar cómo sus normativas ayudarían a las personas pobres y desfavorecidas, puede que los conservadores se parezcan demasiado a un equipo de fútbol americano que va directo hasta la línea de una yarda y justo entonces se arrodilla. Sus pétreos principios y normativas los impulsan, pero no dan el último pasito extra y explican cómo esas normativas ayudarían a todos los americanos, especialmente a aquellos que han tocado fondo y que son los que más necesitan que les echen una mano y les ofrezcan una salida.