En general, la visión de Francisco es la de alguien que rechaza el mercado y sospecha de las virtudes de la propiedad privada, o lo subordina todo a un inasible bien común, como sostiene la Doctrina Social de la Iglesia, un curioso cuerpo doctrinario, a veces contradictorio, en el que se trenzan los planteamientos económicos, los dogmas religiosos y los juicios morales.
Las deficiencias de los sistemas educativos públicos son observables en todo el mundo. El pasado 14 de febrero The Economist publicó un artículo titulado Those Who Can en el cual se revela que muchos profesores mexicanos heredan sus puestos de trabajo, que la cuarta parte de los profesores indios sufren de una ausencia laboral crónica y que en Nueva York es casi imposible despedir a un profesor, incluso a aquellos que hayan sido sorprendidos robando en el interior de las escuelas.