Las subidas del precio de la electricidad tienen verdaderas consecuencias humanas, algo que los responsables políticos harían bien en tener en mente a la hora de tomar decisiones. Las continuas iniciativas de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) para debilitar la industria del carbón de Estados Unidos tienen consecuencias que son muy reales.
El discurso del vicepresidente Joe Biden en Nueva York la semana pasada reflejó el hecho de que el historial de política exterior de la administración Obama así como la Doctrina Obama son tan débiles que no ofrecen mucho material para mostrar en año electoral. El nivel de la falta de honestidad del vicepresidente Biden es asombroso. Tan deshonesta como su defensa a la trayectoria de Obama fue la caricatura del historial republicano que pintó el vicepresidente.
Estados Unidos debe reconocer que no puede esconderse de las amenazas ni retirarse para encerrarse en su fortaleza. No hay murallas lo suficientemente altas como para evitar otro 11 de septiembre y alejarse de los enemigos en el exterior no hará que estos desaparezcan. Las fuerzas armadas de Estados Unidos deben estar preparadas para combatir las futuras amenazas; las fuerzas de la ley y los servicios de inteligencia de Estados Unidos deben contar con las herramientas necesarias para impedir atentados terroristas dentro del país y nuestros cargos electos deben reconocer su obligación constitucional de proteger a Estados Unidos de sus enemigos, tanto extranjeros como domésticos.