La incapacidad crónica de Chávez y compañía para decir la verdad u ofrecer verdadera transparencia en un asunto tan crítico para el futuro de esa nación apuntan al actual curso de falsedad, engaño y conspiración interna que se cierne cada vez más amenazante en los meses previos a las elecciones de octubre .
Si la situación en España les suena familiar, es porque lo es. Lo que estamos viviendo en Estados Unidos es una previa de lo que ya está viviendo España. Nuestro propio país está en declive según el Índice dado el incesante gasto del gobierno federal y el insoportable crecimiento de la deuda nacional.
El empuje de Chávez para la reelección será formidable y la oposición tiene una gran distancia que recorrer. Sin embargo, la impresionante respuesta de los votantes el 12 de febrero hace que un cambio de liderazgo parezca más posible. Como observó Capriles, Chávez “cree que es Dios. Piensa que no puede perder y eso es muy bueno para nosotros”.
El fracaso del socialismo de Zapatero no sólo ha dejado a su propio partido en ruinas, sino que ha dejado una España en la que 1 de cada 5 españoles están en paro, 1 de cada 5 es pensionista y a todos les han recortado la pensión, 1 de cada 2 jóvenes aún no ha encontrado su primer trabajo, 1 de cada 8 negocios ha cerrado y 1 de cada 10 familias tiene a todos sus miembros en situación de desempleo.