Muchos miran el presupuesto de defensa de Estados Unidos y condenan el hecho de que sea mayor que el de la siguiente docena de estados juntos. Pero Estados Unidos es un encargado clave del cumplimiento de las normas internacionales y de seguridad. Por el contrario, el presupuesto militar de China se dedica casi exclusivamente a intereses chinos.
¿Y en que consiste este ideario progresista? Básicamente en la idea de la redistribución permanente y sin límites de los bienes naturales. Todos sus otros atributos en definitiva se reducen a eso. Lo que el redistribucionismo pretende es la igualdad de resultados, independientemente de las potencialidades y de los esfuerzos de cada persona.
Según David Kramer, el presidente de Freedom House, Putin ya ha perdido en tres formas: 1) Al perder su pretensión de legitimidad, algo obvio después de las protestas masivas, así como por su incapacidad de obtener la mayoría en las recientes elecciones a la Duma, 2) porque el temor que permitió a Putin seguir adelante con su política autoritaria está disminuyendo, y 3) por la pérdida de su aura de invencibilidad política.
Una cosa es que el presidente profese su amor por Israel, especialmente en año electoral. Pero ya es otra cosa que haga algo significativo en respaldo de esas palabras. Durante demasiado tiempo, el presidente ha adoptado la filosofía de la “Doctrina Obama”: su proyecto para embelesar a los enemigos de Estados Unidos mediante el acercamiento, mientras volvía la espalda a aliados como Israel, que necesitan el apoyo de América.