Una cosa es la exhortación moral del Papa a cambiar personalmente nuestro modo de vida para preservar la casa común y otra muy distinta sus erróneas conclusiones políticas, basadas en la letanía ecologista y no en la ciencia, y en una visión muy peronista de la economía, como ya se pudo observar en su anterior encíclica. Y no hay más que mirar a la Argentina un poco por encima para ver a dónde llevan esas ideas.
¿Hasta cuándo durará esta impetuosa hegemonía? Mientras las personas crean en el sistema, encuentren espacio para desplegar sus sueños, obtengan incentivos morales y perciban una recompensa material razonable por sus esfuerzos y desvelos, Estados Unidos continuará su marcha triunfal por la historia.
Si el libre comercio entre autonomías y entre países de la Unión Europea es ventajoso, como también lo será el libre comercio con Canadá, ¿por qué no lo sería un acuerdo semejante con Estados Unidos? Creo que las ventajas se multiplicarían, pues Estados Unidos es un mercado de tamaño equivalente a la Unión Europea.