En todo Estados Unidos, las familias están balanceando sus presupuestos e incluso saldando sus deudas. Desde el pánico financiero de 2008, la deuda privada ha caído a medida que los americanos se han ido apretando el cinturón y devolviendo sus préstamos. Por desgracia, algunos se tuvieron que declarar en bancarrota debido a que sus deudas se hicieron demasiado grandes. Pero Washington no se puede declarar en quiebra; en cambio, debe seguir el ejemplo de millones de americanos y reducir el gasto para vivir dentro de sus posibilidades.
¿Qué pasa cuando un programa del gobierno no hace lo que se supone que debe hacer? Head Start, el programa federal de preescolar dice que, según su eslógan, “fomenta la preparación escolar de los niños de familias con bajos ingresos con edades entre 0 y 5 años para mejorar su desarrollo cognitivo, social y emocional”. Sin embargo, las propias evaluaciones del gobierno han mostrado que simplemente no lo hace.
Hobby Lobby atrajo la atención de la nación cuando sus responsables anunciaron que no se inclinarían ante la violación de su libertad religiosa por parte de la administración Obama. Miles de americanos prometieron comprar en este comercio minorista durante el fin de semana para mostrar su agradecimiento por esta actitud; una actitud que le podría costar a la compañía hasta $1.3 millones en multas cada día.
El Día de Año Nuevo fue duro para los contribuyentes, pues entraron en vigor trece subidas de impuestos. El acuerdo que alcanzaron el Congreso y el presidente Obama y que finalmente evitó (aunque sólo parcialmente) el abismo fiscal, tuvo como resultado siete subidas de impuestos más las otras subidas por Obamacare.