El verdadero Washington tiene todavía mucho que enseñarnos, en particular en lo que se refiere a la presidencia, la política exterior y la libertad religiosa. Aunque mucho ha cambiado en los pasados dos siglos, su sabio consejo y su conducta en el cargo no han perdido nada de su relevancia, fundamentados en los inmortales principios fundacionales y en una sobria valoración de la naturaleza humana.
Hace hoy tres años, el presidente Barack Obama firmó y promulgó como ley su paquete de estímulo de un billón de dólares, una medida que él prometió que salvaría o crearía tres millones de empleos para finales de 2010 y que impediría que el desempleo subiese más del 8%. Y aunque hoy el presidente probablemente alegaría que gracias a sus esfuerzos la economía de Estados Unidos está creciendo, no le crean. Se ha pronunciado el veredicto: La Obamanomía, o sea la economía a lo Obama, ha fracasado.
Al final, el mejor camino a seguir será que el pueblo sirio se gane su propio futuro sin intervención extranjera directa. Con gran valor continúan luchando contra Asad y continúan capeando el temporal de su violenta opresión en la esperanza de conseguir un mañana mejor. Cuando la polvareda se asiente, uno sólo puede desear que las tinieblas del terror y la muerte que vienen con ella y que se forme un gobierno con verdadera legitimidad.
La Fundación Heritage hará un análisis detallado de la propuesta presupuestaria del presidente que les presentaremos mañana en Libertad.org. A juzgar por cuán pronto ha activado su máquina propagandística la Casa Blanca —además de los comentarios de Lew en Meet the Press acerca de que “Hay bastante grado de acuerdo en que la hora de la austerirdad no empieza hoy”—, las noticias no van a ser buenas. Espere más de lo mismo por parte de la Casa Blanca — medias tintas y aumentos de impuestos sin molestarse en atender la crisis de gasto en derechos a beneficios.