Tenemos acuerdo. Un acuerdo mucho peor del que nos imaginábamos. Es un acuerdo que otorga al régimen iraní 140,000 millones de dólares a cambio de… nada palpable: No se desmantela el programa nuclear iraní, no hay inspecciones a ningún sitio ni en ningún momento, no se frena el programa iraní de misiles balísticos, no se mantiene el embargo de armas, no se detiene el patrocinio iraní del terror.
Se calcula que Hamás había construido una red de más de 30 túneles interconectados a lo largo de la frontera entre Gaza e Israel para llevar a cabo ataques simultáneos contra poblaciones y bases militares isrelíes cercanas a la Franja, así como para secuestrar israelíes, con el objetivo de reeditar un intercambio como el del soldado Guilad Shalit. Pero lo que posteriormente se supo de ellos fue tremendo.