El anuncio realizado ayer de que el senador Jim DeMint (R-SC) va a abandonar el Senado de Estados Unidos para sustituir a Edwin J. Feulner como presidente de la Fundación Heritage sorprendió al establishment político de Washington y subrayó el papel de la Fundación Heritage como una institución clave para el futuro de Estados Unidos.
Alan Gross podría haber sido vecino suyo. Un americano de la generación de la posguerra al que le encantaba tocar la mandolina y comer semillas de girasol, una persona de gran corazón. Gross escogió un empleo que lo llevó por todo el mundo ayudando a equipar a quienes luchan contra la opresión política y económica. Pero por desgracia, Alan Gross no es su vecino, sino el prisionero de un régimen represivo como el cubano, que niega las libertades.
Con enorme fanfarria, México invistió el pasado sábado a su nuevo presidente. El presidente saliente Felipe Calderón, del Partido Acción Nacional (PAN), entrega las llaves de la presidencia a Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que iniciará así un mandato de seis años.
Cuando sólo restan unas cuantas semanas para que acabe 2012, en Washington todos los ojos están puestos en el Congreso y en las negociaciones sobre el “abismo fiscal”. Como de costumbre, el Congreso y el presidente están alargando demasiado algunas cuestiones realmente importantes antes de llegar a un acuerdo, una situación que nunca termina bien para los contribuyentes.