El apellidar a la justicia, llamándola “fiscal”, es característico del pensamiento único y sólo puede invitar a la coacción: en efecto, justicia fiscal jamás quiere decir bajar los impuestos, lo que es una curiosa identificación de la justicia con el quebrantamiento de los derechos de los ciudadanos a conservar lo que es suyo.
La región de Centroamérica, el Caribe y Sudamérica sufrió el año pasado un declive en libertad económica, perdiendo parte de sus avances más recientes y convirtiéndose en una de las dos regiones que retroceden en el Índice 2015 de Libertad Económica, publicado por el Wall Street Journal y la Fundación Heritage.
Auschwitz-Birkenau es el símbolo del mayor crimen de la historia de la Humanidad. Y lo es no sólo por los números: seis millones de personas ajenas al conflicto armado; ni por los métodos: Mengele, el médico de Auschwitz, conocido como el Ángel de la Muerte, sobrepasó todos los límites conocidos por el hombre, hasta hizo quemar vivos al aire libre a 300 menores de cinco años. Es el mayor crimen cometido en la historia de los hombres también por su propósito, enraizado en los rincones más primarios y sombríos del mal absoluto: borrar de la faz de la tierra y del concepto de humanidad a todo un grupo humano.
Syriza ganó las elecciones griegas del domingo. La mayoría de los que deseaban un triunfo arrollador de Alexis Tsipras son de izquierdas, lo cual guarda cierta coherencia. Sin embargo, también los hay de derechas, mejor dicho, de extrema derecha, como es el caso de Marine Le Pen, quien ha dicho que confía en que Syriza gane para que la UE, digamos, se vaya al demonio.