El comercio está de nuevo en la agenda del presidente Obama, debido a algunas menciones destacadas incluidas en su discurso sobre el Estado de la Unión. Según el presidente, las propuestas para los Acuerdos de Asociación Transpacíficos y Transatlánticos deberían impulsar las exportaciones y crear empleos en Estados Unidos.
Sin embargo, las exportaciones son sólo una cara de la moneda. El libre comercio también impulsa las importaciones. Estas no sólo proporcionan bienes baratos y productos diferentes a los consumidores americanos, sino que también crean miles de empleos.
El recientemente publicado “Barómetro de las Américas”, elaborado por el Proyecto de Opinión Pública Latinoamericana (LAPOP) de la Universidad Vanderbilt, incluye importantes indicadores de cómo la corrupción presente en la vida diaria supone una carga para los ciudadanos de todos los países del hemisferio occidental, incluidos Estados Unidos y Canadá.
En estos días hemos tenido la oportunidad de escuchar afirmaciones del lado progresista que francamente lo dejan a uno con la boca abierta. Desde la líder de la minoría demócrata, Nancy Pelosi, hasta el laureado Nobel de Economía, Paul Krugman, afirman que Estados Unidos no tiene un problema de gasto.