Es importante insistir, hasta el cansancio, que cuando el papa habla de cuestiones económicas no es otra cosa que la opinión de una persona más, con lo cual hasta el cristiano más ferviente puede estar en desacuerdo. El papa no es infalible cuando habla del crecimiento económico, la distribución del ingreso u otras cuestiones económicas como acaba de ocurrir con Francisco en su viaje por América Latina. Lo preocupante del mensaje de Francisco es que deja abierta la puerta para el conflicto social.
Tenemos acuerdo. Un acuerdo mucho peor del que nos imaginábamos. Es un acuerdo que otorga al régimen iraní 140,000 millones de dólares a cambio de… nada palpable: No se desmantela el programa nuclear iraní, no hay inspecciones a ningún sitio ni en ningún momento, no se frena el programa iraní de misiles balísticos, no se mantiene el embargo de armas, no se detiene el patrocinio iraní del terror.