Hoy, el presidnete puede decir que está teniendo éxito en su lucha por el trabajador americano, pero en realidad está luchando por sus aliados políticos. Bajo la superficie de su retórica populista, sus políticas están envenenando la posibilidad de un fuerte crecimiento económico. Y para el presidente, la Constitución es sólo daño colateral.
Todas las reivindicaciones de derechos no son iguales y, como la Declaración Universal de la ONU de los Derechos Humanos se estire y se retuerza para abarcar cada vez más reivindicaciones de derechos sociales y económicos, a veces en conflicto directo entre sí, los derechos humanos naturales estarán en peligro.