Hoy muchos americanos tendrán dificultades para volver a sus rutinas diarias. La masacre de una escuela primaria de Connecticut que tuvo lugar el pasado viernes en un acto de violencia sin sentido y en el que fueron asesinadas 26 personas, de las cuales 20 eran niños de corta edad, ha dejado estupefacto al país.
Cuando sólo restan unas cuantas semanas para que acabe 2012, en Washington todos los ojos están puestos en el Congreso y en las negociaciones sobre el “abismo fiscal”. Como de costumbre, el Congreso y el presidente están alargando demasiado algunas cuestiones realmente importantes antes de llegar a un acuerdo, una situación que nunca termina bien para los contribuyentes.