La obligación del gobierno federal, expresada en la Constitución, es mantener segura a América. No hay que ir más allá del Preámbulo para ver que el propósito del gobierno es “proveer la defensa común”. Es un deber que destaca de entre todos los demás y que es superior a cualquier otra obligación que tenga el gobierno.
El plan de Ryan es algo tremendo. Tremendísimo. Su propuesta de $6.2 billones en ahorros de gasto (comparados al presupuesto de Obama) durante diez años es literalmente 100 veces más grande que el plan de los $61,000 millones que el Partido Republicano está intentando recortar esto año – y contra el que los demócratas están luchando ferozmente.
Esto decía el joven senador por Illinois Barack Obama en 2006: “El hecho de que estemos aquí hoy debatiendo el aumento del límite de la deuda de Estados Unidos es una muestra de la falta de liderazgo. El liderazgo conlleva decir “la responsabilidad es mía”. Pero en vez, Washington está poniendo hoy el peso de la responsabilidad por [haber tomado] malas decisiones sobre la espalda de nuestros hijos y nietos. América tiene un problema de deuda y de falta de liderazgo. Los americanos se merecen algo mejor. Por lo tanto me propongo …
La propuesta presupuestaria del presidente del Comité de Presupuestos de la Cámara de Representantes, Paul Ryan (R–WI), por vez primera en los últimos tiempos, sitúa a nuestra nación en un camino diferente y mejor. Su solución para la doble crisis de gasto y deuda se alcanza a partir de verdaderas reducciones de gasto y reformas — no con nuevos o más altos impuestos.