Hoy es el día en el que conmemoramos al hombre que llevó a Estados Unidos a la victoria en la Guerra de Independencia, que fue instrumental en la creación de nuestra Constitución y cuyo carácter moldeó para siempre el Poder Ejecutivo. Celebramos a George Washington. Por eso es que es el Día del Cumpleaños de Washington – no el Día del Presidente.
Auschwitz-Birkenau es el símbolo del mayor crimen de la historia de la Humanidad. Y lo es no sólo por los números: seis millones de personas ajenas al conflicto armado; ni por los métodos: Mengele, el médico de Auschwitz, conocido como el Ángel de la Muerte, sobrepasó todos los límites conocidos por el hombre, hasta hizo quemar vivos al aire libre a 300 menores de cinco años. Es el mayor crimen cometido en la historia de los hombres también por su propósito, enraizado en los rincones más primarios y sombríos del mal absoluto: borrar de la faz de la tierra y del concepto de humanidad a todo un grupo humano.
Ocioso es señalar que los fanáticos no son el islam ni sus creyentes musulmanes. El fundamentalismo islámico es tan enemigo suyo como nuestro. Como el Ku Klux Klan lo es de Roma. Pero tampoco es ocioso subrayar que estos fundamentalistas islámicos han surgido del islam, toman el islam como su causa y es el islam su justificación. Por eso es tan importante que sean los propios musulmanes los primeros en salir a la calle a combatirlos con su presencia, a enfrentarse a su barbarie y arrebatarles el islam.