La cadena de tiendas Wal-Mart apareció en los titulares de la semana pasada por lanzar un servicio de reparto a domicilio en el mismo día para competir directamente con Amazon.com. Esta nueva rivalidad comercial entre dos peces gordos (uno del mundo real y otro virtual) proporciona aún más pruebas de que ninguna compañía, con independencia de su tamaño, está a salvo de la competencia. Esta es una lección a la que los fiscales federales antimonopolio deberían prestar atención.
El presidente Barack Obama y el exgobernador Mitt Romney tuvieron una acalorada discusión sobre la energía en el hasta ahora último debate presidencial. El presidente repitió su estribillo de que la producción de gas y petróleo está en los niveles más altos de los últimos ocho años, pero Romney tuvo razón al apuntar que eso era debido a la producción de las tierras de propiedad privada y estatal.
El vocero de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, John Boehner (R-OH), ha dejado claro que se opone a subir los impuestos a los americanos. Las subidas de impuestos ralentizarían la economía aún más y harían perder empleos. Aún así, algunos “titanes de las finanzas” quieren que el Congreso le suba sus impuestos.
“Es un barco sin marineros. Es una brigada sin balas. Es un escuadrón aéreo sin suficientes pilotos calificados. Es un tigre de papel”, comentaba el secretario de Defensa Leon Panetta sobre los efectos de los “secuestros” de fondos que se avecinan, que reducirán en más de medio billón de dólares el presupuesto de defensa durante los próximos 10 años.