Esta erosión de libertades religiosas básicas a manos de la burocracia de Obamacare es la clase de choque de gobierno versus libertad religiosa que los Fundadores ya previeron cuando, en la Primera Enmienda de la Constitución, establecieron que “El Congreso no hará ley alguna con respecto a la adopción de una religión o prohibiendo el libre ejercicio de dichas actividades”. A pesar de esa prohibición, la administración Obama ha impuesto su voluntad a las mismas instituciones que la Primera Enmienda intenta proteger.
Todas las reivindicaciones de derechos no son iguales y, como la Declaración Universal de la ONU de los Derechos Humanos se estire y se retuerza para abarcar cada vez más reivindicaciones de derechos sociales y económicos, a veces en conflicto directo entre sí, los derechos humanos naturales estarán en peligro.
Al reunirnos con nuestras familias para celebrar Navidad y Hanukkah, deberíamos recordar que nuestra mayor bendición como americanos es la libertad de dedicarnos a nuestros eternos deberes para con Dios y la libertad de religión para libremente llevar a cabo su divina misión entre los hombres en la Tierra.