Para proteger la infraestructura de la nación contra estas amenazas, los sectores público y privado pueden y deben fortalecer infraestructura vital para hacerla más flexible y resistente a ataques EMP. Estados Unidos también debería desarrollar un plan nacional para responder a las emergencias EMP. Esto implicaría la educación de cargos federales, estatales y locales junto con el público en general sobre los riesgos y las opciones de respuesta.
El debate sobre la ley SOPA está ya entre los más intensos y polarizantes que tienen lugar en Washington — y con mucha razón. Con las preocupaciones por la libertad de expresión y la seguridad en Internet como el foco de la atención, los legisladores harían bien en buscar otras opciones cuando vuelvan en enero.
Y eso hicieron los Fundadores, creando un sistema que ha funcionado durante más de 200 años. Es un sistema que reconoce la libertad y la seguridad como amigas, no como rivales la una de la otra. Es importante que los americanos reconozcan hoy que, al ir cambiando el mundo, deberemos adaptarnos si queremos continuar conservando tanto la libertad como la seguridad.