Al oír cómo describe el presidente Barack Obama la retirada de las tropas americanas de Irak, uno podría pensar que se trata de una largamente anticipada victoria política, la culminación de una promesa hecha cuando hacía campaña para llegar a la Casa Blanca. Pero su anuncio la pasada semana de que las tropas americanas en Irak volverían a finales de año es el resultado de un serio fracaso de la administración Obama
El Gráfico de la semana revela que, aunque se eliminara por completo el gasto en defensa, los derechos a beneficios seguirían alimentando la crisis de la deuda.
No es fácil reformar el Seguro Social, Medicare y Medicaid, pero es el paso más lógico que podría adoptar el Comité Selecto para controlar el gasto sin hacer recortes a programas vitales de seguridad nacional
Ayer, Estados Unidos se enteró de que Irán estaba conspirando para lanzar un ataque terrorista en Washington DC, donde planeaba el magnicidio del embajador saudí y atentados bomba contra las embajadas saudí e israelí. Las autoridades americanas desbarataron el complot y presentaron cargos contra los hombres que planeaban llevar a cabo el ataque, pero la audacia de las acciones de Irán subrayan una verdad perturbadora
La administración también debe quitarse los “guantes de seda” en sus tratos con Irán. Además de la plena aplicación de las sanciones, la Casa Blanca debe comenzar a presionar seriamente al régimen de Teherán respecto a su abismal situación de derechos humanos. En cuanto a los sospechosos, debería presionarse a la administración para que explique lo que el gobierno de Estados Unidos está haciendo con respecto a traer de regreso a Estados Unidos al sospechoso Gholam Shakuri, miembro de la Fuerza Quds de Irán asentado en ese país, para que se enfrente a la justicia.