En uno de los documentos más importantes de la historia –la Declaración de Independencia de Estados Unidos– los americanos se referían a sus adversarios ingleses como “Nuestros hermanos, los habitantes de Gran Bretaña”; mientras que el lema de la Revolución Mexicana era “Que mueran los españoles”. Esta disimilitud hoy puede tener diversas concepciones y a la vez puede darnos amplias respuestas.
Se dice que el Estado de Derecho es el que “se rige por un sistema de leyes e instituciones ordenado en torno a una constitución”. La importancia de tener un Estado de Derecho es crucial para la libertad económica y la prosperidad ya que posibilita la seguridad jurídica sobre la que se basa la actividad económica. El Índice de Libertad Económica de la Fundación Heritage proporciona la inequívoca confirmación de ello.
Cuando el presidente Obama se disponga a elaborar su agenda comercial para 2013, debería echar una mirada a las palabras de Ronald Reagan en busca de inspiración:
Cuando los gobiernos se involucran demasiado en el comercio, los costos económicos aumentan y se multiplican las disputas políticas, por lo que la paz se encuentra amenazada. En la década de 1930, un espectro espantoso acechaba al mundo: guerras comerciales y el proteccionismo y, finalmente, guerras reales y un sufrimiento y una pérdida de vidas sin precedentes.
La Cámara de Representantes votará hoy sobre una propuesta que dejaría el límite de la deuda en suspenso hasta el 19 de mayo, proporcionando un poco más de tiempo para el debate presupuestario general. Esto no hace otra cosa que postergar las difíciles decisiones necesarias para conseguir poner en orden la situación fiscal del país.
Los miembros del Congreso (que van a debatir mañana mismo sobre el aumento del límite de la deuda) deberían haber prestado ayer mucha atención. El presidente dejó muy claro que él no ve la urgencia de reducir la deuda y recortar el déficit. De hecho, en su segundo discurso de toma de posesión, el presidente Barack Obama se mostró honesto en cuanto a sus intenciones de hacer crecer el gobierno con el fin de rehacer nuestro país siguiendo su visión progresista.