Si el pasado es prólogo, la obsesión actual con el gasto deficitario keynesiano como estímulo desaparecerá, como siempre lo ha hecho en el pasado, tanto en este país como en otros lugares. Tal vez este sencillo artículo del Washington Post marque el comienzo del fin de la más reciente encarnación de este disparate fiscal.
El plan del presidente no es bajar el precio de la energía (esa que viene de las fuentes que al presidente no le gustan) sino hacer que el precio de esa energía suba hasta los niveles del precio de la energía verde. Y no lo decimos nosotros sino el mismísimo presidente y su secretario de Energía, Stephen Chu. Vean y escuchen Uds. mismos en el video que hoy les presentamos.
La aprobación de Obamacare puso la moral rectora para algunas de nuestras decisiones más personales de salud en manos de los burócratas. Queda muy claro que el sentido de dirección de esta administración está seriamente torcido. Obamacare está rumbo a una colisión frontal con la libertad de los americanos – y una víctima prematura e injusta de ello es la libertad religiosa.
En el curso de tres años, el presidente Obama ha seguido una política exterior que ha dejado a Estados Unidos menos seguro hoy y en mayor riesgo mañana. Un Irán nuclear, unos fallidos Afganistán e Irak, un no amistoso Egipto, un Israel en riesgo y unas fuerzas armadas infradotadas son todas ellas serias preocupaciones para el pueblo americano. En vez de seguir la mal fundamentada Doctrina Obama, es hora de que el presidente ponga primero la defensa de la nación y deje para el final el apaciguamiento de nuestros enemigos. Esa es una doctrina de la que puede depender el pueblo americano.