Mientras la administración baila su particular tango con otro espinoso asunto argentino, respecto a una cosa hay relativa certeza: cuando se trata de operar con la economía, tanto Fernández de Kirchner como Obama comparten la creencia en sus capacidades para desafiar las leyes de la gravedad en economía.
El lanzamiento del misil por parte de Corea del Norte es una severa violación de varias resoluciones de la ONU y no pedirle cuentas por sus acciones socavaría los intentos internacionales de mantener bajo control el comportamiento de este país. La administración Obama debe tomar medidas ya para neutralizar y disminuir la amenaza norcoreana.
Corea del Norte continuará dominando los titulares en 2012 ya que las incertidumbres sobre la transición en el liderazgo incrementan el riesgo de conflicto y de un error de cálculo. Sin embargo, no hace falta que el mundo se convierta en rehén de un déspota y de unas cuantas armas nucleares, existen medidas claras que Estados Unidos, sus aliados y otras naciones que quieren la paz deben tomar para neutralizar y finalmente disminuir la amenaza norcoreana.
Pongámoslo a él y a sus compinches a prueba. Unas sanciones firmes, combinadas con otras iniciativas para meter presión a los chicos de Teherán (tales como situar el centro de atención sobre el abismal historial de derechos humanos del gobierno), son el mejor medio de fomentar el cambio de régimen interno del país.
¿Le duele llenar el tanque de su carro a $4 el galón? ¿Cómo se sentiría pagando más de $6.50? Añádale además masivas pérdidas de empleos y una drástica caída en la productividad económica de Estados Unidos y tendrá la imagen de cómo sería la vida en Estados Unidos si el petróleo dejara de fluir desde Arabia Saudita.