Según recientes informes, Estados Unidos mantiene conversaciones con México para reforzar la seguridad a lo largo de la frontera sur. Según se informa, la iniciativa incluye un sistema de seguridad de tres niveles para las fronteras de México con Belice y Guatemala, con el objetivo de frenar el tráfico de personas, el narcotráfico y otras actividades relacionadas con las bandas criminales.
El día 23 de agosto, un jurado formado por 13 oficiales de las fuerzas armadas halló culpable al comandante Nidal Malik Hasán del devastador tiroteo ocurrido en Fort Hood, Texas,hace cerca de cuatro años, que dejó a 13 personas muertas y a más de 30 gravemente heridas. Este acto de terrorismo que conmocionó a la nación y a toda la comunidad de las fuerzas armadas de Estados Unidos supone un recordatorio aleccionador de la continua amenaza que representa el terrorismo de origen nacional.
La forma de hablar sobre el terrorismo del presidente de Estados Unidos es muy importante. Como expuso recientemente el presidente del Comité de Seguridad Interior de la Cámara, el representante Michael McCaul (R-TX), “Los grandes líderes no les dicen a sus electores lo que quieren oír; les dicen lo que necesitan saber… El pueblo americano merece poder tomar decisiones bien fundamentadas y que no se les oculten las verdaderas amenazas ni minimizar nuestros verdaderos empeños por combatirlas”.