La acción política entre Estados Unidos y Cuba debería volver a sus fundamentos básicos. Debería centrarse menos en apaciguar al régimen de Castro y más en un respaldo proactivo e innovador hacia las imperecederas víctimas del sistema comunista y a los futuros arquitectos del auténtico cambio que haga añicos la opresión de la dictadura.
Cuba está desconectada del resto del mundo, sea vía teléfono o por Internet, ya que los comunistas en el poder quieren que sea así. La información es poder y lo último que los generales en el poder quieren es una población empoderada. Y, por supuesto, Internet es el medio de comunicación más liberador de todos. Con la iniciativa de hoy, la Fundación Heritage y Google empezaron a esbozar juntos la búsqueda de nuestra propia solución. Al hacer que la gente se percate de cuál es la situación de Cuba, todos habremos comenzado a ayudar.