En su discurso de ayer el presidente Obama tuvo que caminar en la cuerda floja para balancear la narrativa entre echarse flores por el progreso económico y admitir que los americanos ven una economía débil, estancada apenas salen a la puerta de casa.
Pero hay una explicación más simple y más fáctica: En realidad, los indicadores económicos no son tan buenos.
Todos los sábados Libertad.org presenta La Caricatura de la Semana en la que su genial autor, Glenn Foden, ilustra pasajes de la vida política de la nación.
Estados Unidos tiene un déficit de trabajadores. De trabajadores dispuestos a trabajar. De trabajadores capaces. De trabajadores preparados o al menos semipreparados, que puedan hacer un trabajo y hacerlo bien. Hay al menos un millón de empleos por el que sus empleadores se pasan día tras día rogando para que ojalá puedan encontrar a algún trabajador que los ocupe.