A pesar de las políticas tremendamente expansivas de la Reserva Federal y de varias rondas de estímulos fiscales desde 2007, la economía de Estados Unidos aún no ha despegado. Sin embargo, algunos de sus responsables se niegan a ceder e incluso le explican a la opinión pública exactamente cómo funcionarán (con el tiempo) estas políticas keynesianas de estímulo.
En lugar de prolongar el debate hasta el fin de semana, los demócratas y republicanos del Senado acordaron anoche, por 72 votos a 26, acabar con el debate y aprobar un proyecto de ley de gasto de $1 billón para poder mantener el gobierno operativo durante los próximos ocho meses. Habiendo votado la Cámara de Representantes un día antes la aprobación de este proyecto de ley ómnibus, el Congreso ha puesto fin así de forma inmediata a sus decisiones presupuestarias.
Imagine por un momento que Ud. es una superestrella de la NBA. Es difícil llegar a entender lo que significa ganar $30.5 millones anuales como hace Kobe Bryant, pero piense simplemente en ese nivel de riqueza.
Incluso con ese salario de superestrella, para pagar la borrachera de gasto federal de $1 billón este año, Ud. tendría que trabajar durante 32,837 años.
Despilfarrador, ineficaz, fallido.
De todas estas formas han descrito los expertos de la Fundación Heritage los programas públicos que el Congreso va a financiar (con el dinero que tanto esfuerzo le cuesta ganar a Ud.) en su nuevo proyecto de ley ómnibus.
Aquí le mostramos algunos de los grandes fracasos que hay que eliminar o reformar seriamente, pero que en cambio van a recibir millones (o miles de millones) de dólares.