En sus ya tristemente célebres declaraciones del viernes, el presidente Barack Obama informó a Estados Unidos de que “el sector privado anda bien”. Por supuesto, esto era una noticia para los 12.7 millones de personas que no tienen empleo y los millones más que están lidiando con los trabajos a tiempo parcial que pueden encontrar o que simplemente han dejado de buscar trabajo. Pero no, no anda bien.
Mientras los americanos sin empleo sufren una falta de trabajo récord, mientras las familias y las empresas se preparan para un gigantesco aumento de impuestos y mientras Estados Unidos se encamina hacia un colapso fiscal, algunos en Washington son incapaces o no están dispuestos a tomar medidas para darle la vuelta a la situación del país. Hay buenos y honrados líderes en la capital de nuestra nación que han propuesto el tipo de normativas necesarias para devolver a Estados Unidos al camino correcto, sin embargo hay otros que prefieren el bloqueo antes que tomar medidas. Por desgracia, el habitual bloqueo en Washington es el reflejo opuesto a las medidas tomadas en lugares como la cámara estatal de Wisconsin y el pueblo americano está pagando sus consecuencias.
No hay manera de predecir cuál será el resultado de las elecciones de 2012. Pero serán un punto de inflexión en la historia de Estados Unidos: O bien nuestros líderes guiarán al país aún más lejos por el camino del “progresismo” o bien comenzarán un largo y lento retorno hacia los principios de la Fundación Americana. Para ayudar a nuestros líderes a tomar las opciones correctas, la Fundación Heritage ha marcado un hito con la publicación llamada Changing America’s Course (Cambiando el rumbo de Estados Unidos).
Aquellos que hoy esperaban buenas noticias económicas desde Washington, se encuentran con una horrible decepción. Según el más reciente informe de empleo por parte del Departamento de Trabajo, la economía creó sólo 69,000 empleos en mayo (bastante por debajo de las expectativas) a la vez que la tasa de desempleo subió hasta el 8.2% y las cifras de empleo desde marzo y abril fueron revisadas a la baja de manera significativa.
A Obama le gustaría ser visto como alguien que reduce los impuestos y que ha demostrado templanza fiscal, pero también quiere seguir poniendo más impuestos y gastando. Pero tan cierto como que las manzanas caen del árbol hacia abajo, no hacia arriba, el presidente Obama es un gran despilfarrador que ha hecho cualquier cosa menos mostrar templanza fiscal. Simplemente, hay algunas leyes de la naturaleza que no pueden ser negadas.