Estados Unidos ha llegado a una encrucijada en su política educativa. Un camino lleva hacia la opción escolar y la personalización; el otro hacia la centralización y la uniformidad. Si nuestro objetivo es una enseñanza centrada en el alumno, únicamente el camino hacia la opción escolar nos llevará a él. Y eso incluye la libre opción escolar en cuanto a estándares y evaluaciones.