Hace tres años, la Universidad de Notre Dame invitó al presidente Barack Obama a pronunciar un discurso en una ceremonia de graduación y le concedió un doctorado honoris causa en Derecho. Sin embargo, el lunes, la universidad se unió a otras 42 instituciones católicas al llevar ante la justicia a la administración Obama por las nuevas regulaciones que obligan a las instituciones religiosas a pagar por la cobertura de drogas abortivas, contraceptivos y la esterilización independientemente de las objeciones morales o religiosas de los empleadores.
La demanda de Notre Dame es una de las 12 demandas presentadas ayer por 43 demandantes contra la regulación de Obamacare. Además, otras instituciones ya han presentado demandas en busca de la protección de la libertad religiosa. Los demandantes que han emprendido acciones judiciales contra el mandato de Obamacare incluyen instituciones católicas, instituciones protestantes, dueños de negocios que son religiosos y varios gobiernos estatales.
Mientras la Corte Suprema delibera si la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible (PPACA), más conocida como Obamacare, debería seguir siendo ley en la nación, la administración Obama está ocupada trabajando para asegurarse de que Obamacare se implemente. El periódico The Hill informa de que la Casa Blanca ha asignado 500 millones de dólares al Servicio de Impuestos Internos (IRS) para poner en práctica Obamacare:
Los responsables políticos y los líderes nacionales deberían reconocer el papel tremendamente importante de la fe y la práctica religiosa a la hora de dar apoyo a las familias, incrementar su bienestar e impulsar una sólida sociedad civil. Proteger la libertad de las personas y de las organizaciones para vivir su fe de manera pública (no pisoteando la libertad religiosa mediante coercitivos dictados del gobierno) puede asegurar que más gente disfrute de los beneficios de la práctica religiosa.
Obamacare, un caso que toca el núcleo de la Constitución y cuyo resultado podría alterar de forma fundamental el papel del gobierno federal y su poder sobre el pueblo. Y hoy la Corte hace justamente eso al abrir sus puertas y comenzar a sopesar los argumentos sobre la constitucionalidad de la importantísima ley de salud del presidente Barack Obama.
Hace hoy dos años, el presidente Barack Obama ponía su firma para promulgar Obamacare, una ley de 2,700 páginas que alterará radicalmente el sistema de salud de Estados Unidos y sembrará el caos en aspectos como costos médicos, calidad de la asistencia y los derechos fundamentales de un modo que está más allá del alcance de nuestra imaginación.