En la Avenida Pensilvania, casi al final, vivía un presidente que quería gastar.
Él sabía que el gasto significaba poder, así que lo que más quería hacer era idear más gastos desde la torre de Washington que era su vergel.
“Sin límites gastaré! ¡Sin sentirme culpable gastaré! Subir los impuestos para pagar mi gasto sé que es un truco que fácilmente les encanasto”. Más