Para comprender lo que va a pasar hoy en la Corte Suprema, tenemos que retroceder en el tiempo.
Era el año 1965. Cientos de personas se reunían en Selma, Alabama, para marchar en favor del derecho a votar de los americanos negros, pues algunos estados, especialmente en el sur, habían establecido obstáculos para el ejercicio del voto, tales como cobrar dinero a los posibles votantes o hacerles pasar un examen.
En un mundo competitivo a nivel global, la competencia es la clave. Y para que exista esa competencia es fundamental el Estado de Derecho, según Myron Brilliant, vicepresidente titular para Asuntos Internacionales de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, que habló recientemente en un evento celebrado por la Fundación Heritage.
El comercio está de nuevo en la agenda del presidente Obama, debido a algunas menciones destacadas incluidas en su discurso sobre el Estado de la Unión. Según el presidente, las propuestas para los Acuerdos de Asociación Transpacíficos y Transatlánticos deberían impulsar las exportaciones y crear empleos en Estados Unidos.
Sin embargo, las exportaciones son sólo una cara de la moneda. El libre comercio también impulsa las importaciones. Estas no sólo proporcionan bienes baratos y productos diferentes a los consumidores americanos, sino que también crean miles de empleos.
“El presidente Obama respalda el facilitar que los extranjeros que obtengan una maestría o un doctorado en las universidades de Estados Unidos puedan conseguir “tarjetas verdes” (o sea la residencia permanente), como propone un grupo de senadores de ambos partidos que está trabajando en esa reforma”, comenta Kevin Sullivan en The Washington Post. “Sin embargo, la solución respecto a cómo redactar reformas integrales que abarquen tanto a los inmigrantes calificados como a los que no lo son, se encuentra estancada debido a luchas partidistas internas”.