Raúl Castro está teniendo una buena racha tanto en casa como en el extranjero. Por ahora, parece que se está desempeñando bien, incluso por encima de lo previsto. Por desgracia y mientras tanto, la administración Obama anda ocupada en demasiados frentes, desde el embargo de fondos hasta la crisis en Siria y está todavía tratando de localizar Latinoamérica en el mapa.
La semana pasada durante la celebración del Quinto Foro Global de la Alianza de Civilizaciones de la ONU en Viena, Austria, el primer ministro turco Recep Tayyip Erdoğan afirmó que “Al igual que el sionismo, el antisemitismo y el fascismo, se hace inevitable que la islamofobia deba ser vista como un crimen contra la humanidad”.
El comercio está de nuevo en la agenda del presidente Obama, debido a algunas menciones destacadas incluidas en su discurso sobre el Estado de la Unión. Según el presidente, las propuestas para los Acuerdos de Asociación Transpacíficos y Transatlánticos deberían impulsar las exportaciones y crear empleos en Estados Unidos.
Sin embargo, las exportaciones son sólo una cara de la moneda. El libre comercio también impulsa las importaciones. Estas no sólo proporcionan bienes baratos y productos diferentes a los consumidores americanos, sino que también crean miles de empleos.