La administración Obama realizó la semana pasada otro intento más de evadir el poder del Congreso, esta vez, para eliminar la exitosa ley de reforma de la asistencia social de 1996. Si se permite que su cambio entre en vigor, significará perder años de progreso en sacar a millones de personas de la pobreza.
La presidencia imperial de Obama ha anulado de nuevo al Congreso y a la ley. No contento con ponerse a volver a redactar las normativas de inmigración, educación y energía, ayer, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) del presidente Obama eliminó los requerimientos federales para el trabajo que eran el fundamento de la reforma de la asistencia social de la era Clinton.