Hace hoy 150 años, Abraham Lincoln pronunció el mejor discurso de la historia americana. Ante el sangriento cambo de batalla de Gettysburg, Lincoln exhortó a la fracturada nación a dedicarse a la “tarea que aún resta” tras la batalla. En sólo 10 frases (272 palabras en inglés) dejó en claro las trascendentales implicaciones de la Guerra Civil: “que el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no desaparecerá de la Tierra”.
Vaya catástrofe en la que se ha convertido la implementación de Obamacare. La Fundación Heritage ya había advertido, desde que se votó esa ley, sobre lo imposible de su implementación. La ideología pudo más que el empirismo y los resultados de semejante quimera ya están aquí: Millones de americanos están perdiendo sus planes médicos porque alguien desde Washington dijo que esos planes no eran lo suficientemente buenos. Y ése es sólo uno de los problemas de Obamacare.