Los sindicatos sufrieron una sonora derrota en Wisconsin la semana pasada. Sin embargo, no están para nada fuera de combate. Incapaces de revertir el declive en su número de afiliados con la ley existente, se están saltando el Congreso y están utilizando la Junta Nacional Relaciones del Trabajo (NLRB) para crear un tipo de sindicato completamente nuevo. Una nueva regla, urdida por la junta nombrada por Obama, autoriza la creación de células sindicales (organizando a unos pocos empleados dentro de una compañía para introducirse en la misma) que impactará severamente en las empresas.
En sus ya tristemente célebres declaraciones del viernes, el presidente Barack Obama informó a Estados Unidos de que “el sector privado anda bien”. Por supuesto, esto era una noticia para los 12.7 millones de personas que no tienen empleo y los millones más que están lidiando con los trabajos a tiempo parcial que pueden encontrar o que simplemente han dejado de buscar trabajo. Pero no, no anda bien.
Como muestra El Gráfico de la Semana, Estados Unidos está camino de la misma suerte y hace falta políticos valientes que sepan enfrentar la situación y no nos prometan el cielo cuando no pueden dárnoslo. Hay que agarrar el toro del déficit por los cuernos y no permitir que la deuda siga en aumento porque si no, acabaremos como Europa.
Durante los dos últimos años, Estados Unidos ha contemplado como titular tras titular informaba de las fallas de la ley de salud del presidente Barack Obama. Y mientras Estados Unidos sabe más acerca de esta intolerable ley, la oposición a Obamacare sigue creciendo. Ayer, una nueva encuesta realizada por The New York Times y CBS News muestra que más de dos tercios de los americanos quieren ver como la Corte Suprema deroga Obamacare en parte o en su totalidad, mientras que sólo el 24% mantendría en pie la ley.