Estados Unidos se enfrenta a significativos desafíos: una deuda de $15 billones, 13.1 millones de americanos desempleados, una explosión de los costos de los derechos a beneficios y la atención médica, un ejército descuidado, la amenaza constante del terrorismo, un Irán nuclear y la guerra que sigue en Afganistán, entre otras cosas. Hay esperanza, pero no emana de un gobierno federal más grande y poderoso que ahoga el espíritu emprendedor, ignora nuestra crisis fiscal y rechaza la necesidad de una fuerte defensa nacional. El presidente dice que el estado de la Unión está fortaleciéndose, pero está haciendo muy poco para garantizar que eso ocurra.
El presidente Obama, al igual que ha hecho recortes masivos en el presupuesto de defensa, también ha estado bastante predispuesto en relación a su propuesta de compartir información de alto secreto sobre los sistemas americanos de misiles y de defensa con misiles con gobiernos extranjeros, como una faceta de su plan para mejorar las relaciones exteriores.
Como muestra el Gráfico de la Semana, el Plan de Heritage logra resolver las crisis de deuda y gasto dando pasos conservadores: Reduciendo el tamaño del gobierno, haciendo reformas fiscales y transformando los programas de derechos a beneficios.
Al debilitar los logros obtenidos con esfuerzo años atrás con respecto a la libertad económica, la creciente carga del gasto gubernamental descontrolado sobrepasó, en muchos casos, los logros en la libertad económica conseguidos en otras áreas de políticas.
Obama podría haber dado la luz verde al oleoducto Keystone XL esta semana y ayudado a crear empleo real y a aumentar el suministro de energía asequible y fiable sin gastar dinero público o abogando por aumentos de impuestos. Pero en vez de eso, se dirigió al Reino Mágico de Disney y continuó vendiendo la fantasía de que él era quien tenía las respuestas para la creación de empleo en Estados Unidos. En el entretanto, los americanos sólo pueden soñar con una economía más fuerte y un futuro más brillante.
En el centro de este asunto estaba el hecho de que Carolina del Sur es uno de los 22 estados con Derecho al Trabajo – en otras palabras, que los trabajadores en esos estados tienen la libertad de decidir si se sindicalizan o no. Las leyes del Derecho al Trabajo impiden a las empresas que despidan a los trabajadores por no pagar las cuotas sindicales, protegiendo el derecho al trabajo de los empleados al margen de su apoyo o no a los sindicatos.