“La última cosa que uno quiere hacer es subir los impuestos en medio de una recesión, ya que eso sólo absorbería, quitaría más demanda de la economía y metería a las empresas en un nuevo agujero”. Eso decía el presidente Obama en 2009, tratando de volver a asegurar a los americanos que iba a esperar hasta después de la recesión para subir los impuestos.