Aunque educación “gratuita” puede sonar como una maravillosa manera de fomentar el éxito de la universidad, el plan Michigan 2020 crearía muchos más problemas que soluciones. No sólo se incrementan los costos del presupuesto del estado y probablemente termine inflando el precio de las matrículas universitarias, sino que presupone que basta con mandar más alumnos a la universidad para que eso se traduzca en éxito académico.
Pero sea que ratifique o derogue Obamacare, todo o en parte, la Corte no tiene la última palabra sobre este tema. Esta recae en última instancia sobre el pueblo americano, a través de sus representantes en el Congreso, para que decidan el futuro de la atención médica en Estados Unidos y si el gobierno federal actuará dentro de sus límites constitucionales. Obamacare debe ser totalmente derogada.