Otro día, otro escándalo en el Departamento de Estado.
Esta vez se trata de las acusaciones de conducta sexual inapropiada que han surgido contra el embajador de Estados Unidos en Bélgica, Howard Gutman. Además de eso, responsables de alto nivel del Departamento de Estado, que en ese momento estaba dirigido por Hillary Clinton, están acusados de cancelar una investigación de la oficina del Inspector General (IG) del Departamento sobre la conducta de Gutman.
Por culpa de Obamacare, todos los americanos tendrán ahora que remitir al Servicio de Impuestos Internos (IRS) la información relativa a sus seguros médicos. Por desgracia, este nuevo requisito surge justo en el momento en el que se han planteado serias dudas acerca de la capacidad del IRS para administrar de forma competente esas historias clínicas personales.
Recientes informes indican que un empleado de un contratista del gobierno filtró a los medios de comunicación los detalles de un programa de vigilancia clasificado de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). Le preguntamos a James Carafano, autor de un libro sobre el uso de contratistas por parte de Washington (Private Sector, Public Wars), su opinión sobre estas recientes revelaciones.