En su columna del viernes en el Washington Post, Charles Krauthammer se refirió al incidente relativo a Churchill en el contexto de un artículo sobre el viaje de Mitt Romney a Gran Bretaña, contrastando el respeto de Romney hacia la “relación especial” entre Gran Bretaña y Estados Unidos con la indiferencia de Obama.
La libertad religiosa es un derecho fundamental garantizado por la Primera Enmienda de la Constitución, no es un mero “valor” cuya importancia está sujeta a la devaluación por parte de una determinada normativa de la administración. Lamentablemente, una devaluación de este principio básico es exactamente lo que hemos estado viendo por parte de la administración Obama, que un año después de que tal apoyo de boca para afuera a la libertad religiosa se ha mantenido firme a su mandato original a pesar de las amplias e intensas protestas religiosas en su contra.
Como comentó Milton Friedman, sólo veremos mejoras en la educación “privatizando un importante segmento del sistema educativo, en otras palabras, habilitando una industria comercial privada que desarrolle aquello que proporcione una amplia variedad de oportunidades de aprendizaje y ofrezcan una competencia efectiva a las escuelas públicas”.
La semana pasada, el general chino Zhu Chenghu afirmó que China “tendrá que modernizar su arsenal nuclear” pues la defensa antimisiles de Estados Unidos “puede reducir la credibilidad de la disuasión nuclear [de China]”. Incluso si esta afirmación reflejaba la realidad, esa debería motivar a Estados Unidos para fortalecer sus defensas.