Aquellos que hoy esperaban buenas noticias económicas desde Washington, se encuentran con una horrible decepción. Según el más reciente informe de empleo por parte del Departamento de Trabajo, la economía creó sólo 69,000 empleos en mayo (bastante por debajo de las expectativas) a la vez que la tasa de desempleo subió hasta el 8.2% y las cifras de empleo desde marzo y abril fueron revisadas a la baja de manera significativa.
La empresa rusa de seguridad electrónica Kaspersky Lab ha hecho público un informe sobre una nueva y sofisticada variedad de virus informático llamada FLAME. Se ha encontrado en varios objetivos atacados en Irán, Israel, Sudán, Siria, Líbano, Arabia Saudita y Egipto. Su propósito parece ser una recogida masiva de información sensible. Con independencia de cómo se responda al más reciente enigma informático, este constituye otra advertencia más para nuestra sociedad altamente digitalizada. ¿Se le prestará atención? ¿Será el remedio peor que la enfermedad? Sin duda se necesitan medidas responsables.
Hace un año, el estado de Wisconsin adoptó unas amplias reformas que pusieron freno a los derechos a negociaciones colectivas entre los trabajadores públicos, pusieron en regla el sistema de pensiones del estado y facultó a esos trabajadores para elegir si pagar o no cuotas sindicales. Una vorágine de oposición surgió entonces entre los sindicatos del sector público. Pero a pesar de tanta retórica, las reformas no supusieron ni mucho menos el día del juicio final para los trabajadores públicos.
El presidente Obama concedió la Medalla Presidencial de la Libertad ayer martes a Dolores Huerta, activista sindical de 82 años de edad y co-fundadora del sindicato United Farm Workers. Huerta también es presidenta honoraria de Socialistas Democráticos de Estados Unidos. Esta organización se autodescribe como “la mayor organización socialista en Estados Unidos, y filial principal en EE.UU. de la Internacional Socialista”.
Arriba es abajo, izquierda es derecha, bueno es malo y el día es la noche. Si Ud. pasea por dentro de la carretera de circunvalación de Washington D.C., entrará en un mundo estrambótico en el que, a veces, el sentido común es reemplazado por una lógica local que es completamente ajena a la realidad.