Ese mensaje es similar al del presidente de la Fundación Heritage, el Dr. Edwin Feulner y al de la cofundadora del First Coast Tea Party, Billie Tucker. Ambos señalaron que los activistas del Tea Party respetan los valores establecidos por los Padres Fundadores mientras que los manifestantes de Ocupar Wall Street quieren cambiar Estados Unidos drásticamente.
Aunque las escalofriantes historias sobre la externalización de empleos americanos en favor de China siguen dando material para titulares, en realidad, estas cifras revelan que los inversionistas internacionales persistentemente prefieren invertir sus dólares para crear puestos de trabajo en Estados Unidos y no en China.
Autoridades locales y estatales, junto con grupos de presión, están promoviendo las políticas de la Agenda 21 a todos los niveles del gobierno. Y es ahí donde se debe frenar el crecimiento inteligente. No es sólo asunto de oponerse a la implementación de la Agenda 21 a nivel nacional, sino que también es proteger nuestras comunidades de una amenaza doméstica.
En marzo de 2011, una corte cubana declaró a Gross culpable del absurdo cargo de “actos contra la independencia o la integridad territorial del estado” de Cuba y lo condenaron a 15 años de prisión. Gross no fue ni es espía o agente de subversión. El propósito de tan cruel sentencia punitiva fue enviar un mensaje claro del régimen de Castro a los que sueñan con verdadera libertad en la isla.
Chávez y compañía finalmente tendrán éxito clavándole un puñal en el corazón a la OEA. En pocas palabras, según un editorialista pro-democracia, “es probablemente seguro asumir que el 2 de diciembre, la anti-OEA será fundada, una organización que se pondrá en marcha sin una Carta Democrática Interamericana y sin una Corte Interamericana de Derechos Humanos”.