Los cubanos han vivido en una isla desierta informativa durante más de 50 años. Diez millones de personas, en su momento una parte dinámica del mundo, en sintonía con éste y que recibía información e incluso inmigrantes, quedaron aislados en cuanto Fidel Castro tomó el poder en 1959. Y que el mundo no haya hecho nada para ayudarlos tras cinco décadas de opresión es un ultraje.
La secretaria de Salud y Servicios Humanos, Kathleen Sebelius, ha dimitido, diez días después de que el presidente Obama pregonase la noticia de que 7.1 millones de americanos se habían inscrito en Obamacare antes del primer plazo límite, a pesar del casi calamitoso lanzamiento de la ley de atención médica bajo el liderazgo de Sebelius.