El gasto está fuera de control y se va a poner peor con la presente política escogida. Los conservadores no tenemos razón alguna para aceptar una mayor presión fiscal sólo para que Washington pueda gastar más. Esta batalla es acerca de poner el gasto bajo control y limitar el tamaño y alcance del gobierno. Dicho simplemente, más impuestos significan más gobierno.
Tres son los programas de derechos a beneficios que nos traen por la calle de la amargura: El Seguro Social, Medicare y Medicaid. Los políticos saben que estos tres programas son las vacas sagradas del presupuesto, temen siquiera hablar de recortes porque eso los dejaría expuestos a la ira electoral de muchos beneficiarios. Sin embargo, la cruda realidad nos dice que no podemos seguir por el mismo camino, pidiendo prestado dinero que no tenemos para cubrir el financiamiento de estos programas.
El número de americanos que pagan impuestos sigue disminuyendo y Estados Unidos está cerca del punto en el que la mitad de su población no tendrá que pagar impuestos por los beneficios que reciben del gobierno federal. En 2009, 64.3 millones de americanos dependían del Estado (léase: sus conciudadanos) para sus gastos diarios de vivienda, alimentos y atención médica.
Tres son los programas de derechos a beneficios que nos traen por la calle de la amargura: El Seguro Social, Medicare y Medicaid. Los políticos saben que estos tres programas son las vacas sagradas del presupuesto, temen siquiera hablar de recortes porque eso los dejaría expuestos a la ira electoral de muchos beneficiarios. Sin embargo, la cruda realidad nos dice que no podemos seguir por el mismo camino, pidiendo prestado dinero que no tenemos para cubrir el financiamiento de estos programas.
Como muestra el Gráfico de la semana, los americanos se enfrentan a la perspectiva de masivos incrementos de impuestos.
Si el 2001 y 2003 las reducciones de impuestos vencen el 31 de diciembre de 2012 y los americanos de clase media tiene que pagar el impuesto mínimo alternativo (AMT), los impuestos alcanzarán niveles sin precedentes. El presupuesto del presidente también aumentaría la carga fiscal global, aunque se extiendan los recortes de impuestos de Bush.
Menos trabajos de tiempo completo en favor de más puestos de tiempo parcial no es lo que Estados Unidos necesita, especialmente mientras lucha con una economía estancada, un desempleo del 9.1% y 14 millones de personas sin trabajo. Pero justo cuando Estados Unidos necesita que los negocios se expandan, crezcan e inviertan, Obamacare les apila costos y regulaciones — haciendo más difícil para los negocios crear nuevos empleos.