La administración también debe quitarse los “guantes de seda” en sus tratos con Irán. Además de la plena aplicación de las sanciones, la Casa Blanca debe comenzar a presionar seriamente al régimen de Teherán respecto a su abismal situación de derechos humanos. En cuanto a los sospechosos, debería presionarse a la administración para que explique lo que el gobierno de Estados Unidos está haciendo con respecto a traer de regreso a Estados Unidos al sospechoso Gholam Shakuri, miembro de la Fuerza Quds de Irán asentado en ese país, para que se enfrente a la justicia.
En otro duro golpe a al-Qaeda, la semana pasada el ataque de un avión americano no tripulado en la zona tribal de Waziristán del Norte en Pakistán mató al nuevo número 2 de la organización, Atiyah Abd al-Rahman. El éxito del ataque demuestra la importancia de continuar la campaña de misiles lanzados desde aviones no tripulados a lo largo de la frontera entre Pakistán y Afganistán como piedra angular de la misión para reducir y finalmente derrotar a al Qaeda. Las autoridades pakistaníes y los medios de comunicación critican con …
La administración Obama ha estado echándose flores por su política de reseteo con Rusia, describiéndola como uno de sus mayores logros diplomáticos. Si se mira más de cerca, sin embargo, queda claro que el reseteo no ha sido más que una lista de concesiones a un estado cada vez más beligerante y agresivo.
Además, a medida que la guerra en Afganistán se acerca a su undécimo año, Estados Unidos sigue confiando de manera en el apoyo de sus socios del mundo anglosajón. Mientras que Gran Bretaña, Australia y Canadá han estado codo a codo con Estados Unidos en esta guerra –una misión autorizada por la ONU y la OTAN— otros aliados europeos se han mantenido al margen y han dejado que los demás llevan la carga.
Los atentados se produjeron poco después de que Abu Mohamed Adnani fuese nombrado el nuevo líder de al-Qaeda en Irak, representan un intento de reavivar el conflicto sectario entre suníes y chiítas y demuestran que el grupo sigue siendo una poderosa amenaza. Es probable que la campaña de atentados ponga presión sobre el gobierno iraquí para negociar una extensión de la presencia militar de Estados Unidos, a pesar de las reticencias de varios partidos de la coalición en el gobierno iraquí de admitir públicamente que Irak sigue necesitando ayuda sustancial de Estados Unidos en materia de seguridad.