Irán ha elegido una vez más a un líder “moderado”, tal y como nos están contando las noticias. ¿Cuántas veces hemos oído esto antes?
La elección para la presidencia del clérigo musulmán Hasán Rohani, un candidato al que en los días previos a la votación no se le concedía casi ninguna posibilidad de victoria, ha causado una explosión de fiestas y celebraciones en las calles de Irán.
Altos cargos de la administración Obama mantuvieron el viernes una reunión informativa en la que debatieron sobre la “alarmante tendencia” al alza del respaldo de Irán al terrorismo. Dos responsable de alto nivel, que permanecieron en el anonimato debido a las normas que se siguen en este tipo de reuniones, advirtieron de que el ritmo de las operaciones terroristas de Irán había aumentado hasta niveles que no se veían desde los años 90, con planes para atentar en Europa, África y el sureste de Asia sólo en 2012.
Las autoridades iraníes anunciaron el pasado 21 de mayo la aprobación de los ocho candidatos a los que se les permitirá presentarse a las elecciones presidenciales del próximo 14 de junio. El Consejo de Guardianes, que revisó a los candidatos, se aseguró de que el próximo presidente de Irán será un siervo manejable del Líder Supremo, el ayatolá Alí Jamenei.
Israel anunció el jueves pasado que había derribado un avión no tripulado que se aproximaba a su costa a unos ocho kilómetros al oeste de la ciudad de Haifa, al norte del país. Los responsables israelíes comentaron que el avión no tripulado provenía del Líbano y que probablemente era una aeronave de fabricación iraní y perteneciente a Hizbolá.
Un F-16 israelí derribó el avión no tripulado con un misil aire-aire y la Armada israelí lo está tratando de recuperar.