El CO2 no es un contaminante sino, por el contrario, uno de los responsable de que exista vida en la Tierra. Las plantas se alimentan de dióxido de carbono, su aumento en las concentraciones atmosféricas mejora las cosechas y, en caso de ser también el responsable del aumento de la temperatura terrestre, promueve más que ningún otro factor el bienestar del ser humano.
La energía es el principal recurso, como solía decir el difunto y gran economista Julian Simon.
No se puede producir nada en gran cantidad si no se cuenta con una energía eléctrica asequible.
Mis hijos aprendieron esa lección por las malas cuando nos quedamos sin electricidad debido a una ventisca hace varios meses. Bienvenidos, les dije, al siglo XIX. No les gustó demasiado.
Cuando era jefe de gabinete del presidente Obama, Rahm Emanuel realizó esta declaración perturbadoramente honesta: “Nunca hay que desaprovechar una grave crisis”. Sin embargo, la histeria en torno al informe más reciente de la administración sobre el calentamiento global supone una variación del dicho: “Nunca pierda la oportunidad de crear una grave crisis”.