Ryan ha presentado un plan serio que merece seria consideración. Su presupuesto establece opciones normativas importantes, recortes de gasto, reforma de los derechos a beneficios y evita subidas de impuestos. También esboza una reforma fiscal que fortalece la economía y por ende fortalece aún más las finanzas públicas a través de un crecimiento orgánico de los ingresos. Esto representa verdadero progreso para abordar los desafíos económicos y fiscales de la nación. El Congreso y el presidente deberían avanzar ahora para lograr un verdadero consenso que logre materializar todo lo que el plan de Ryan sugiere y más.
El Congreso debe poner su atención en lo que sucede en la economía real, donde los americanos van a trabajar cada día, producen los bienes y servicios que otros necesitan, pagan sus impuestos y toman lo que les queda de sus nóminas al llegar a casa para mantenerse ellos mismos y a sus familias. En esa economía, un sistema fiscal más plano, centrado en crear incentivos para el ahorro y la inversión generará empleos, permitirá a la gente mantener la mayor parte de sus nóminas en vez de enviar más a su gobierno y ayudará a poner a Estados Unidos en el camino hacia un presupuesto balanceado.
Además de los miles de regímenes reguladores que la administración Obama ya ha implementado (costándole a Estados Unidos miles de millones de dólares), hay más en camino, lo que promete continuar desbaratando la economía y obstaculizando el crecimiento del empleo. El Congreso puede y debería tomar medidas para poner esta carga reguladora bajo control y que así los americanos puedan ser libres para hacer que el motor económico del país se mueva a todo vapor una vez más.
Aunque cualquier crecimiento económico y cualquier creación de empleo sean bienvenidos, una recuperación con un incremento apenas perceptible no ofrece mucha esperanza para aquellos americanos que no pueden sentir, ver o alcanzar los frutos de la recuperación. Millones permanecen desempleados en la economía de Obama y Washington puede y debería hacerlo mejor en beneficio del pueblo americano.